La terapia con luz infrarroja es una solución segura, natural y no invasiva para aliviar el dolor de rodilla. Por penetración 2–7 cm en la piel, alcanza los músculos, ligamentos y articulaciones para estimular la curación a nivel celular.
Circulación mejorada: La luz infrarroja aumenta el flujo sanguíneo, que brinda más oxígeno y nutrientes al área afectada, acelerando la reparación del tejido.
Reparación celular: Activa las mitocondrias—los centros de energía de sus células—promoviendo la regeneración de fibras musculares y tejido conectivo.
Desintoxicación: Cuando se usa un dispositivo de almohadilla de rodilla, sudar alrededor del área de la rodilla es común. Este proceso ayuda a eliminar las toxinas a través de la piel, el órgano de desintoxicación más grande del cuerpo.
Producción de colágeno:
El uso regular mejora la síntesis de colágeno y elastina, fortaleciendo los tejidos y el apoyo a la salud de las articulaciones a largo plazo.
Reducción del dolor: Estimula la liberación de endorfina—tu cuerpo’s analgésicos naturales—y reduce la inflamación, aliviando el dolor crónico.
Alivio de artritis: Utilizado clínicamente durante décadas, la terapia infrarroja beneficia a los pacientes con osteoartritis, artritis reumatoide y trastornos inflamatorios similares al mejorar la función capilar y la recuperación del tejido.
Drenaje linfático: Apoya el flujo linfático sano, reduciendo la hinchazón y la retención de líquidos comúnmente observada en rodillas dolorosas o lesionadas.
Soporte inmune: Si está presente la infección, la terapia infrarroja aumenta la actividad de los glóbulos blancos, lo que ayuda a su sistema inmune a combatir los patógenos nocivos.