Los rayos infrarrojos lejanos (FIR), las longitudes de onda más largas en el espectro infrarrojo, son invisibles para el ojo humano y se experimentan como calor radiante. Estos rayos penetran profundamente en la fascia y el tejido muscular, que brindan calor terapéutico que apoya el cuerpo’s Procesos de curación naturales. La terapia infrarroja lejana no invasiva y conveniente se usa cada vez más para la recuperación, el alivio del dolor y la mejora circulatoria.
Recuperación muscular acelerada: FIR es compatible con la recuperación más rápida de la función del músculo esquelético después del ejercicio al aumentar el flujo sanguíneo arterial y periférico a través de los vasos linfáticos.
Reducción de dolor e inflamación: Ayuda a reducir el dolor muscular y articular, la inflamación y el estrés oxidativo, lo que contribuye a mejorar la función muscular.
Circulación sanguínea mejorada: Como vasodilatador natural, FIR promueve el flujo sanguíneo microvascular y mejora el acceso vascular general.
Efectos antiinflamatorios: Se ha demostrado que la luz infrarroja lejana inhibe la inflamación vascular y ofrece beneficios antiinflamatorios de calma articular.
La terapia infrarroja lejana es una solución segura y respaldada por la ciencia para atletas, individuos con dolor crónico o cualquier persona que busque apoyo no farmacéutico para la salud muscular y articular.